Experiencia ... Académica?

David Archilla, Madrid.

La imagen propuesta por el Taller Danza es en realidad una pista de baile, una pista en la que en pocos minutos se dan experiencias y transformaciones extraordinarias; el aire cambia, la energía se despliega, el paisaje se transforma a cada instante. Si imaginamos las posibles cartografías de la demolición, no distarían mucho de determinadas experiencias académicas contemporáneas.




Fig. nº01. Kalabrese en MNCARS vs. demolición en Montevideo.

Los estudiantes hacen cola a las puertas del espacio acústico #5 del MNCARS, en la plaza cubierta del edificio de ampliación del museo. En breve estarán bajo la barriga de un auditorio rojo reflectante. La mayoría saben que es obra de Jean Nouvel pero nunca han estado debajo. Casi ninguno ha escuchado un concierto en vivo allí. Según declaraciones de los estudiantes, todos han estado alguna vez en una discoteca a las cinco de la mañana. Según sus testimonios, todos excepto una alumna han estado alguna vez en una discoteca a las cinco de la mañana en un estado alterado de conciencia. (Figs. nº02-03)




Fig. nº02. y Fig. nº03.

La misión académica es realizar una cartografía del acontecimiento, un pretexto para introducirles de lleno en una experiencia de la que ellos son los únicos líderes, una vivencia en la que sin duda el registro es un reto. Aparecen cámaras de vídeo, teléfonos móviles con diversas aplicaciones en acción, registrando y retransmitiendo en tiempo real la experiencia por las redes sociales, se ven panfletos, tarjetas a rellenar por los asistentes recopilando información gráfica y experimental, pulsímetros, decibelímetros, personas subidas a lugares elevados, otras infiltradas en los lugares de máxima actividad (Figs. nº04-07). Son infiltrados, espías en acción, unos centrados en el movimiento, otros en la seguridad, en los intercambios, en la bebida, en el sonido, en la luz, en el contacto físico o en tantos otros acontecimientos de alta intensidad. No muchos beben pero aún así, casi todos parecen estar en un estado de alteración de su conciencia bastante interesante mientras se concentran en el registro. Kalabrese les guía, arrancando suave, dócil, casi ingenuo, introduciendo poco a poco una intensidad y una energía contagiosa que va llevando al espectador a un estado de celebración y éxtasis esperado y anhelado.

La experiencia arranca del programa de curso 2013-2014 para proyectos 9 en el Aula PFC dirigida por Juan Herreros, este año acompañados por la figura de Michael Stanton. El curso se desarrolla con el interés por la acción de copiar y pegar como pretexto para explorar nuevas prácticas de proyecto y que cada estudiante vaya realizando los descubrimientos oportunos sobre sus métodos y sus destrezas latentes. Dos versiones del enunciado de curso intentan explorar esa situación: COPY! RIGHT? y COPY? RIGHT!, que aluden además a la opinión ya tradicional en el aula PFC de que las ideas no tienen dueño, sino que son del que mayor partido es capaz de sacarles. Si Montesquieu nos invitaba a producir situaciones que en un solo instante nos hagan descubrir una enorme diversidad de asuntos (1), el trabajo copiapeguista en el concierto de Kalabrese es un contexto fabuloso; allí donde la música, la vibración y la arquitectura que simultáneamente envolvía el espacio y se desplomaba sobre nuestras cabezas, se construía una atmósfera particular. Kalabrese graba las partes iniciales de su sesión y las va reproduciendo con diferentes ritmos a medida que avanza el espectáculo. Los estudiantes, inmersos en la experiencia, intentan capturar toda esa información espontánea e imprevisible.



Fig. nº04.



Fig. nº05.



Fig. nº06.

tes afinan su búsqueda y hacen patentes sus logros y descubrimientos metodológicos. Rorty les invita a la redescripción, en una especie de huida de los prejuicios establecidos por medio del lenguaje (2) , buscando la esencia de las cosas, renunciando a las sucesivas capas de información que se les ha ido añadiendo con el tiempo. Las formas de conducta no lingüística aparecerán con naturalidad tras una serie de redescripciones, y es posible que al principio algunos se vean desnudos y desarmados ante la nueva situación, pero en poco tiempo, el entorno y el contenido de la redescripción se volverán fértiles y se multiplicarán las posibilidades de acción.




Fig. nº07. “Kalabrese en espacio acústico #5 MNCARS”, 2013.

José Ortega y Gasset planteaba cómo el arte revolucionario que se avecinaba nos metía en un universo abstruso y nos forzaba a tratar con objetos con los que no cabe tratar humanamente (3) . Se deja al espectador en una situación incómoda, sin herramientas críticas, sin referencias a la vida cotidiana. Todo ello obliga a este espectador a manipular la realidad que observa, a realizar una redescripción de la obra, una redescripción en la que un lenguaje habitual, usado de forma no habitual, induce a inventar nuevas asociaciones. Los estudiantes se enfrentan a la necesidad de investigar con parámetros no habituales en los procesos de arquitectura, pero absolutamente relevantes para la misma. En ejercicios como el experimentado en el espacio acústico #5 del MNCARS, la cartografía del tiempo, de la vibración, de la luz o de la energía desplegada por las personas, supone un reto del que los estudiantes sacarán grandes aprendizajes, construyendo estrategias propias y métodos personales para abordar la problemática que muchas arquitecturas demandan hoy en día (Figs. nº08-09).




Fig. nº08. SOSA DIAS, Martha C: “Cartografía del ritmo Kalabrese”, 2013.




Fig. nº09. SOSA DIAS, Martha C: “Cartografía del ritmo Kalabrese”, 2013.

La vivencia personal de acontecimientos cotidianos adquiere un protagonismo extraordinario en determinados procesos de producción de arquitectura. Los estudiantes, ávidos de conocimiento y necesitados de intensa exploración, convierten su día a día escolar en un paseo abierto, lleno de estimulante incertidumbre y continuos descubrimientos. Un ejercicio académico puede convertirse en una experiencia personal que transforme el punto de vista de la realidad cotidiana y que contribuya a que cada estudiante pueda construir su propia práctica, una auténtica y original manera de hacer sus proyectos, que sin duda contribuirá al panorama arquitectónico del momento. Los estudiantes han de ser, sin lugar a dudas, los protagonistas de la escuela de hoy.



Referencias:


(1)MONTESQUIEU, Charles de Secondat, Barón de. Ensayo sobre el gusto. Ed. Libros del Zorzal. Buenos Aires, 2006. Traducción: Ariel Dilon. (Edición original, 1717).
(2) RORTY, Richard. Contingency, irony and solidarity. Cambridge University Press. Camdridge, 1989.
(3) ORTEGA Y GASSET, José. La deshumanización del arte y otros ensayos de estética. Ed Espasa-Calpe. Madrid, 1987. (Ed. Original: La Deshumanización del Arte, en la biblioteca de La Revista de Occidente, 1925).

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