Ersilia (01)
Pablo Twose Valls, Barcelona.
Imaginen una película de detectives, ¿recuerdan esas inmensas paredes cubiertas de fotografías donde un hilo, sujeto con chinchetas, serpentea entre sospechosos, sucesos o mapas hasta formar una inextricable telaraña que alguien teje intentando encontrarle el sentido? “Crazy walls” creo que las llaman los ingleses.
Podría decir que este artículo se fue transformando poco a poco en mi “crazy wall” personal.
Aunque quizás debiera empezar por el principio, que como en cada número de engawa comienza en su portada.
Llevaba días pensando en la delicada telaraña propuesta por Anna Belsa cuando una voz en el telediario me llamó la atención - Inmensas porciones de paisaje se hallaban bajo el manto de una gigantesca telaraña en una provincia de Argentina – decía la voz del presentador y acto seguido aclaraba: - El fenómeno, conocido por los lugareños como “la baba del diablo”, no es algo insólito, sino un suceso causado por el cambio drástico de hábitat de millones de arañas a causa de la inundación de su terreno natural-
Buscando en internet me topé dos veces más con dicho fenómeno:
La primera ocurrió hace dos años en la localidad australiana de Wagga Wagga, donde una gran inundación obligó a evacuar a la población. Cuando los granjeros volvieron a sus tierras pensaron que éstas estaban cubiertas de nieve. “Cabello de ángel” lo llaman los australianos.
La segunda, ocurrió hace cinco años en Pakistán. Al parecer las arañas tuvieron que elevarse del suelo y anidar sobre los árboles a causa de una temporada de lluvias anormalmente larga. Los árboles en esa región de Pakistán aparecieron envueltos completamente en tela de araña. Esta vez un fotógrafo de National Geographic pudo captarlo. (2)
¿Se fijaron en el enorme parecido con las esculturas de Jeanne Claude y Christo? Yo creí ver en esa coincidencia una senda por la que seguir. Busqué otras relaciones entre el arte y las telas de araña y encontré otros muchos nombres para seguir investigando.
Intuí que debía ir tejiendo yo también el artículo con las imágenes con las que me iba cruzando e ir trazando entre ellas la relación que las unía. De este modo fue creciendo la carpeta en el ordenador destinada al artículo con una gran cantidad de referencias a las que sólo bastaba saber relacionar.
Entre ellas aparecieron artistas, ciudades, mitos, libros, mapas, redes neuronales y un largo etcétera. Mejor no extenderse en enumerarlas todas, pues en este mismo número de engawa seguro que encontraran muchas de ellas.
Sé que las relaciones sólo están en la mente del que las piensa, que los hechos no tienen por qué relacionarse. Pero en ese momento mirando las imágenes que se iban acumulando en la pantalla de mi ordenador pensaba: “hay algo escondido en ellas, es sólo cuestión de tiempo encontrar el camino”
Poco a poco el artículo en su acumulación de relaciones se fue convirtiendo en un embrollo monumental. ¿Saben? No sólo los detectives construyen esos “crazy walls”, también los perturbados se obsesionan con ellas, y quizás de ahí venga su nombre. ¿Recuerdan las películas: “Una mente maravillosa”(3), “Memento”(4), o la más desapacible “Spider”(5) de Cronenberg? En todas ellas la maraña mental de sus protagonistas se hace visible en el espacio. Todos ellos tejen una enorme telaraña de recuerdos de la que no pueden salir.
Entonces no sabía que mi empeño en relacionarlo todo era una forma de perderse, pues los filamentos de la memoria pueden convertirse en laberinto si uno no se anda con cuidado.
Otra voz, como la del presentador del telediario, vino a intervenir en el artículo. Era la voz de J. Quetglas hablando sobre Enric Miralles en una conferencia (6). Acababa de ver la película de Cronemberg y lo último que me esperaba era encontrarme los cordeles tendidos por Ralph Fiennes en su papel de spider en la cocina de Enric Miralles.
lo anoté como pude:
“…Enric tenía en los años 70 una máquina imperia para hacer pasta fresca. (…) Lo que hacía Enric, era, en el espacio de la cocina, tender de pared a pared, en líneas diagonales, cordeles. Y en los cordeles se colgaba la pasta, como si fueran larguísimas algas marinas que cortaban el espacio en unas cortinas de varillas blandas como en un zigzagueo. En un momento podías pensar: esto es una maqueta de Igualada. O a la inversa, podías ir a Igualada y decir, mira es la cocina de Enric. No únicamente el espacio quedaba invertido, aquella habitación banal rectangular se convertía en un sitio de espacios inacabables…”
No pude evitar pensar en Enric como un trasunto de Ralph Fiennes (Spider) entre sus cordeles, sin saber, cómo comprendería más tarde, que Enric y el personaje de Fiennes estaban en polos opuestos. Uno tejía para recordar, y el otro para olvidar.
Después de escuchar a Quetglas pensé en incorporar algunas de las plantas de Enric en la carpeta del artículo, ya que sus trazados filiformes encajaban en la búsqueda que estaba realizando.
Pero por el camino acabé “atrapado” en sus textos:
“Un proyecto consiste en saber atar múltiples líneas, múltiples ramificaciones que se abren en distintas direcciones” (7)
En eso andamos, pensé. Y luego leí algo referente a los trazos de la arquitectura.
“son unos trazos que ocupan la totalidad del espacio, tocando sus puntos más extensos…Responden a esos trazos intuitivos con que tachas una zona para marcarla…desde los límites al interior. Son lo más lejano a las marcas que encierran una propiedad” (8)
Y entonces lo vi. Me imaginé a Enric como una araña preparada para tejer su telaraña.
¿Saben cómo empiezan a tejer las arañas? Igual a como lo describe Enric: Desde los puntos más extremos hasta el interior, como una tachadura que ocupa la totalidad del espacio.
Luego tan sólo fue cuestión de seguir leyendo:
“cada dibujo que hago lo copio 30 veces y mis colaboradores lo repiten otras tantas. Esa repetición está dirigida a encontrar la estructura precisa de las condiciones físicas del lugar…”
“Yo no opero con criterios visuales sino constructivos, y por tanto la repetición es muy importante porque cada nuevo dibujo efectúa una operación de olvido…Por eso la geometría es muy importante para mí, porque me permite olvidar, hacer las cosas menos reconocibles.” (7)
Tejer para olvidar. Como la araña que teje cada día su tela olvidando la anterior, utilizando la misma danza milenaria con la que lleva tejiendo telas toda la vida. Sólo geometría. Sólo construcción y luego olvido y comienzo.
Después fui despegando todas las imágenes de lo que fue mi “crazy wall”, una a una. Luego fue el turno de las palabras, con la intención de olvidar todo lo dicho. Para finalmente volver a empezar, y quizás, la próxima vez encontrar las palabras con las que reescribir y olvidar mejor este artículo.
Referencias:
(1) CALVINO, Italo. Las ciudades invisibles.
En Ersilia, para establecer las relaciones que rigen la vida de
la ciudad, los habitantes tienden hilos entre los ángulos de las
casas, blancos o negros o grises o blanquinegros según indiquen
rela¬ciones de parentesco, intercambio, autoridad, representación.
Cuando los hilos son tantos que ya no se puede pasar entre
me¬dio, los habitantes se van: se desmontan las casas; quedan
sólo los hilos y los soportes de los hilos.
Desde la ladera de un monte, acampados con sus trastos, los
pró¬fugos de Ersilia miran la maraña de los hilos tendidos y
los palos que se levantan en la llanura. Y aquello es todavía
la ciudad de Ersilia, y ellos no son nada.
Vuelven a edificar Ersilia en otra parte. Tejen con los hilos una
figura similar que quisieran más complicada y al mismo tiempo más
regular que la otra. Después la abandonan y se trasladan aún
más lejos con sus casas.
Viajando así por el territorio de Ersilia encuentras las ruinas
de las ciudades abandonadas, sin los muros que no duran, sin
los huesos de los muertos que el viento hace rodar: telarañas
de rela¬ciones intrincadas que buscan una forma.
(2) Russel Waltkins http://www.russellwatkins.co.uk/
http://photography.nationalgeographic.com/photography/photoof-
the-day/spider-web-cocooons-pakistan/
(3) “A beautiful mind”, 2001, Dir: Ron Howard.
(4) “Memento”, 2000, Dir: Christopher Nolan.
(5) “Spider”, 2002, Dir: David Cronenberg.
(6) QUETGLAS, Josep. Conferencia dentro del ciclo: “Conversaciones
con Enric Miralles” http://www.fundacioenricmiralles.
com/fem/conferencia-josep-quetglas/
(7) MIRALLES, Enric. UNA CONVERSACIÓN CON ENRIC MIRALLES, EL
CROQUIS 72 [II] 1995. Alejando Zaera
(8) MIRALLES, Enric. CAMINAR. Publicado en EL CROQUIS 72 [II]
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