el negro no es tu color

Cristina González Cabrera y Pedro Puertas. Madrid-Lanzarote

Antes de medir sus pasos, antes de escuchar los aplausos del público a ritmo de zancada, antes de elevarse sobre el listón que delimita su marca, antes de todo esto el atleta cierra los ojos y su mundo se vuelve negro.

El atleta proyecta en esa solitaria oscuridad sus próximos segundos:

mide

escucha

flexiona

salta, supera

cae

Cada movimiento está pensado y calculado. No hay opción para la improvisación. Las infinitas horas de entrenamiento se concentran en unos instantes, los cuales acaban, dentro de su negra intimidad, en una acción exitosa.

La clave de este pensamiento es la honesta arrogancia del atleta, necesaria para llegar a superarse. La duda y la falsa humildad no son admisibles

Cuando abre los ojos tiene delante un mundo luminoso y real, en donde sólo debe encajar su salto.
















Ventana de la Casa de los Arroyo 1793. Arrecife. Lanzarote

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