strong>Ausencia aparente
Rubén Páez, Barcelona
“La realidad siempre debe ser aquello que parece ser, más o menos ausente de apariencia.”
La imagen propuesta para el número de Engawa supone mi atención hacia una de las trayectorias más influyentes en el panorama del atletismo mundial, la del saltador cubano Javier Sotomayor. Sus excelentes cualidades atléticas para las pruebas de saltos le llevaron a dominar el panorama internacional en la modalidad de altura, en la que superó los 2.45m con una asiduidad inaudita y una ausencia aparente de dificultad.
La imagen capta un instante en la que confluyen la gravedad y una apariencia: la levedad (la ligereza de una carga). Sin la ley de la gravedad del espacio el cuerpo detenido del saltador enmascara una realidad que no podríamos observar de otro modo. El peso del saltador desafía la gravedad y compone el tiempo, el instante que contiene las invariantes arquitectónicas originales: luz, gravedad, materia y espacio.
La crisis de la modernidad en los años 50 catapultó corrientes que sugirieron distintas interpretaciones de un modelo que había quedado caduco. La modernidad ensalzó un modelo inspirado en la máquina que resultó distante de las aspiraciones de la sociedad.
En la actualidad distintas sensibilidades arquitectónicas han sugerido una investigación sobre los valores expresivos de la arquitectura. Una de ellas ha consistido en promover nuevos valores a las cualidades de los materiales, sus aspectos visuales, su percepción y su significado aparente.
La materia como invariante arquitectónica no sólo es una consecuencia formal sino que por sí misma puede transmitir nuevos significados. Un espacio de luminosidad uniforme, puede dar lugar a una luz sin sombras. La respuesta es afirmativa, la utilización de toda una serie de nuevos materiales o la consecuencia de una nueva forma de aplicación permiten tal sugerencia. De esta reflexión surge una nueva consideración de los materiales, aquellos valores que surgen del modo de percibirlos.
Los materiales ya no sólo evocan sus características intrínsecas sino que producen sensaciones que provocan una respuesta visual subjetiva: la transparencia se puede volver reflexión, y la multitud de reflejos dejar de mostrar la realidad, convirtiendo en intangibles los límites y, ligeras y evanescentes las estructuras que sustentan la arquitectura.
Fundación Cartier (París).Jean Nouvel
Los materiales han sido capaces de alterar nuestra percepción, y nuestra experiencia se ha convertido en parte del proyecto arquitectónico. En los nuevos retos de la arquitectura, el material es un actor protagonista que no solo muestra sus cualidades últimas sino que crea realidades aparentes.
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