Alexander Rodchenko: vacío y movimiento

Rubén Páez, Barcelona

La imagen del Centro de Tecnificación más allá de reflejar la belleza del paisaje, contiene una propuesta arquitectónica que en esencia despoja al espacio de toda apariencia de masa, de solidez estática en la que la forma circular evoca el vacío y el movimiento.

El lugar determina la forma, un anillo de acero elevado sobre el suelo que refleja los colores y la luz del paso del tiempo, a la vez que esta forma geométrica mágica, el círculo, permite preservar el entorno permitiendo configurar un lugar o un espacio interior sin alterarlo.

La línea curva define un espacio sin necesitar la masa para expresar su volumen, la estructura del edificio se mantiene suspendida, con una materialización abierta y penetrable. El espacio vacío aligera la masa constructiva, permitiendo el paso de la luz a través de las superficies abiertas conformadas de materiales industriales que evocan sensaciones y nuevos significados.

Esta referencia a la forma, la definición de ésta, el tratamiento del espacio y el uso de materiales industriales recuerdan una de las manifestaciones artísticas más interesantes en el campo de la escultura: los “planos reflectores de luz” que desarrolló el artista polifacético Alexander Rodchenko a principios de los años 20 del siglo XX en el marco del constructivismo ruso.

Las esculturas reflexionan sobre el papel del vacío y el movimiento, y como el volumen se genera de manera abstracta, sin necesidad de la masa. Algunos de estos conceptos se recogieron en el propio “manifiesto” (1) iniciático de la vanguardia rusa. Uno de los puntos clave del manifiesto advierte de la nueva concepción que la escultura debe abordar:

“Renunciamos al volumen como forma espacial pictórica y plástica: no se puede medir el espacio con el volumen, como no se puede medir un líquido con un metro. Miremos el espacio… ¿Qué es sino una profundidad continuada? Afirmamos el valor de la profundidad como única forma espacial pictórica y plástica.”

La obra escultórica de Rodchenko, enmarcada en el momento histórico de la vanguardia rusa, representa la euforia de un nuevo arte para la revolución y la utopía socialista, y por otra parte un cambio de paradigma en la concepción del arte: el arte no-objetivo.

El origen del constructivismo se sitúa en la industria, por tanto utiliza los materiales de la industria con el objetivo de participar en la formación de una nueva sociedad fiel a los principios revolucionarios, fusionando todas las disciplinas artísticas con el fin de crear una nueva belleza para una nueva sociedad. El constructivismo representa la ambición artística unida a la política como estrategia para cambiar la estructura mental y material del nuevo ser humano.

El arte no-objetivo representa una nueva mirada, la subjetividad del artista queda denostada hacia un arte en el que los valores individuales pierden peso en pro de una autonomía y un significado propio.

La línea, el plano, el espacio y la luz, protagonistas de las “construcciones espaciales” de Rodchenko, representan uno de los campos de experimentación más interesantes de la escultura producidas por las vanguardias europeas. La escultura pierde su connotación estática, su noción de masa para que sea la línea el elemento que otorgue profundidad y defina su contenido.

La línea genera la trayectoria del movimiento, la dirección que da profundidad a la forma espacial. En confluencia con la luz y el movimiento, la escultura genera el volumen a través de planos abstractos reales o imaginarios. El volumen no se conquista con la masa, el volumen se conquista en un espacio pleno de vacío, dónde el suelo deja de ser límite y apoyo de la materia.


(1) El Manifiesto Constructivista o Manifiesto realista se imprimió en Moscú el 5 de agosto de 1920, fue escrito por Por Naum Gabo y Antoine Pevsner, considerado como el origen ideológico del movimiento artístico de vanguardia de la revolución soviética.


Imágenes:

(1) Centro de Tecnificación de Actividades Físico Deportivas y de Ocio en el medio natural de la Cuenca del Tajo en Guijo de Granadilla, Cáceres. José María Sánchez García. 2008 (2) Construcción espacial de la serie “Planos reflectores de luz” nº12 (óvalo) 1920-21 (3) Construcción espacial de la serie “Planos reflectores de luz” nº8 1920-21. (4) Construcción espacial de la serie “Planos reflectores de luz” nº108 1920-21.

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