BAJO TODA ESTA BASURA ESTÁ LA PLAYA
François Guynot de Boismenu, París
FFue abrir el motor de búsqueda google, cargar la imagen propuesta por Àlex Serrano y lanzar el estúpido algoritmo. El resultado fue inmediato : «Crédito de la imagen: Cortesía de Spaulding Decon»
La agente de policía Laura Spaulding acababa de desmantelar un laboratorio de metanfetaminas en una zona residencial de la ciudad de Kansas City.
Dejando el lugar del crimen se pregunto quién limpiaría todo ese follón.
Esta pregunta reveló un potencial negocio, ella iba a abrir una agencia de limpieza especializada en escenas de crimen.
El siniestro negocio resultó ser tan bueno que renunció a su puesto para dedicarse a su nueva empresa. Luego de años de perfeccionar diferentes sistemas y de patentar diversas técnicas de limpieza, hoy ha creado una lucrativa franquicia. (1)
Con esta información el misterio de la imagen original se perdió para siempre, el conocimiento obtenido gracias al algoritmo creó una distancia y todo se volvió liso.
La sorpresa que me unía a esta imagen desapareció y el buda no me explicó por qué la bota estaba ahí arriba ni el por qué de tanto desorden. Menudo aprieto.
La semana siguiente unos alumnos de segundo año de la escuela nacional de arquitectura de Rouen (Normandia, Francia) me presentaban su trabajo.
En el desorden de sus papeles y maquetas vi una página con diferentes imágenes bajo el título de «referencias».
Pude reconocer la misma distancia que había yo experimentado.
Vi las palabras que generaron todas esas imágenes y como el ctrlC/ctrlV anuló todo encuentro, toda experiencia.
El algoritmo hace el trabajo de reconocer, los alumnos y yo solo nos dedicamos a tratar de retener.
¿Será lo mismo el conocimiento que el conocer? Intuyo que no.
El sociólogo Zygmunt Bauman definía la sociedad contemporánea como «una modernidad líquida», yo encuentro un ejemplo de este fluir en las imágenes. Ellas son cada vez mas liquidas y la manera que tenemos para retenerlas es completamente vana. (2)
Esto me recuerda una anécdota de mi niñez (bastante común dicho sea de paso), cuando yo jugaba en la playa haciendo un pozo en la arena y trataba de llenarlo de agua. Me cansaba yendo y viendo con mi balde para ir a buscar agua, o tratando de establecer tácticas para retener el agua y crear un pequeño mar.
El resultado era siempre el mismo, el agua se iba.
De niño siempre miramos llenos de asombro porque no poseemos el conocimiento, solo somos conocer.
La palabra conocimiento toma su origen en el conocer y se completa con el sufijo «miento», del latín «mentum», que significa instrumento, medio o proceso para llegar al verbo de base. (3)
Creo que en estas palabras está el pliegue que me permitirá volver a la imagen inicial.
Hasta ahora me contenté con utilizar un proceso para reconocer. Ahora intuyo que el reconocer siempre se queda en un constante volver. (4)
Ni el conocimiento ni el reconocer me dejan entender, percibir, reparar, mucho menos saber.
Vuelvo a la pieza atraído por la luz tamizada por las cortinas, por los olores de éter, amoniaco y acetona. Sobre todo por la curiosidad que me trae la cantidad excesiva de basura. Algo de valor está escondido ahí.
El buda sigue sin poder explicarme nada, la bota sigue en su curiosa posición cuando repentinamente escucho una música y estas palabras..... «Ya sé porque de mi vas así hablando, Es que el despecho, te está matando, De no ver tu pasión correspondida y eso en la vida lo lograras»
Muevo filtros de café, trozos de tela manchados de rojo, envases de plástico y hasta rollos de cinta adhesiva para plomería. Contra el suelo encuentro una televisión prendida, no reconozco la película, sí a los actores. Raf Vallone y Sara Montiel; ella sigue cantando..... (5)
«No te ocupes de mí, No he de ser para ti, No te canses déjame ya............. Agua que no has de beber déjala correr, déjala, déjala»
¿Y si las imágenes fueran como el agua? ahora yo canto: imagen que no has de conocer déjala correr, déjala, déjala, lalalalala.
Déjala correr ya.
Notas:
(1)http://spauldingdecon.com/
(2)en el numero 12 de engawa, citando a F. Celine, yo dije que las imagenes como las palabras son piedras. No creo que todas tengan la misma consistencia, algunas se petrifican otras siguen liquidas. Si sigo pensando que es mejor desconfiar de ellas.
(3)En 1977 (!) Jean-François Lyotard en su libro «La condición Postmoderna» profesó que el conocimiento se pondrá en circulación siguiendo las mismas redes que la moneda, y que la histórica oposición entre conocimiento / ignorancia se convertirá como la moneda en : conocimientos de pago / conocimiento de inversión, que es simplemente conocimiento intercambiado.
(4)entrevista de Anatxu Zabalbeascoa a Winy Maas, en Babelia, El Pais 11 enero 2017. «Por qué dan tanta importancia a la imagen? Es la via mas rapida para trabajar la identidad. Reconocer algo es mejor que simplemente verlo».
(5)la Violetera, 1958 de Luis Cesar Amadori. Con Sara Montiel y Raf Vallone.
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