Trasiegos

Antonio Sanmartín, Barcelona

I. geometría doméstica-da

(Una mudanza)

La casa ha quedado vacía. Los operarios de la mudanza vigilados por Luis y Margarita terminan de amontonar todos lo muebles y enseres en la caja de uno de los camiones de Mudanzas Águila. Está todo dentro. Algunos parcialmente cubiertos por mantas protectoras, todos rozándose y amarrados con sogas y mosquetones a clavijas, barras y ganchos. El traslado servirá para volver a medir una casa que dejará de estar vacía. Los trastos parecerán distintos, de otras medidas con predisposición a otras posiciones y relaciones a pesar de que eran los mismos…
Algunos pasarán a la categoría de “trastos vells”; el servicio de limpieza y reciclado local se ocupará de recogerlos de las aceras.
Al llegar al nuevo destino, otros muebles nuevos completarán el colectivo de piezas que medirán el infinito doméstico.
Entre la física de nuestro cuerpo y lo que le rodea, es decir, en la experiencia, están esos objetos de funciones específicas pero de usos plurales. La experiencia de las cosas sería imposible de narrar sin las “cosas”, en griego las “incógnitas”.

(Mediación entre biología, rutina y organización)

Los modos de vivir personales, también comunes, son posibles con ingenios racionalizadores de lo doméstico: lavar, planchar, fregar, aspirar, cocinar,… pero son instrumentos de funciones específicas aunque alguna vez nos sentemos en una lavadora o comamos sobre una tabla de planchar Ejecutan acciones, nombradas por verbos terminados en “ar-er-ir-or”.
La geometría de estos “muebles” resulta tangencialmente referida a nuestra geometría. Son máquinas a las que no solemos abrazarnos. Se ha visto algún agricultor abrazado al mulo con el que araba los campos de centeno a principios de XX, pero es más difícil ver acariciar un tractor o una batidora para hacer granizados. Los muebles median entre otras geometrías.
¿Podríamos hablar de confort sin muebles? Sería un mundo sin gravedad.
El confort se acerca y trasiega entre lo visible, lo postural y lo invisible: Sofás que hacen masajes, botones que acercan la brisa fresca al rostro, ojos que nos filman y vigilan por si las moscas,…Son los muebles que gestionan una geometría entre cósmica y microscópica casi sin pasar por nuestra geografía.
Azúa se refiere al milagro de que Wittgenstein definiera y construyera una casa para su hermana tan habitable y duradera a sabiendas de la precaria condición con la que la describió a la arquitectura “existe para inmortalizar ó glorificar alguna cosa. Así que mal puede haber arquitectura cuando no queda nada que glorificar”.

(construcción/ensamblado de los muebles: cartón, telas, aceros,….)

El mueble mantiene a la vista cómo está hecho, es casi transparente para construir una geometría mediadora y presentan de modo no separable el concepto y su concreción, lo universal con lo privado y particular. Contienen el arco que ensancha la memoria entre como vivíamos y como viviremos, como fabricábamos y como fabricaremos. Robert Venturi, para contarnos cómo es la serie de sillas para Knoll, hoy desaparecidas e inencontrables, lo decía: “En estos muebles, las referencias están usadas simbólica y representativamente, sin precisión histórica. Se tarta de ejemplificar y de representar, no de reproducir. Representación histórica es construir la imagen de un estilo y no engañar al ojo del que las observa. El perfil es abstracto y genérico para destacar la silueta. A pesar de que fueron diseñados a la vez, esta serie de muebles no tiene un motivo común, pero tienen unidad ecléctica. El eclecticismo histórico, conseguido a través de la representación de muchos estilos, se corresponde con un eclecticismo de forma y método. Y tanto pueden formar parte de la tradición como de la evolución del diseño moderno”.
Vivimos rodeados de diversidad mobiliaria, de geometrías diversas, una sola geometría, un sólo tipo de muebles seria casi monoteísta.


(Mueble intransitivo)

¿Podrían medirse entre ellos y sin la mediación de nuestro cuerpo, de nuestra mirada, de nuestros sentidos, agrupados como árboles de un bosque que no ha visitado nadie? ¿Son intransitivos?. Peter Eisenman en el proyecto para Cannareggio fabuló con la posibilidad de “una condición intransitiva entre el hombre y el objeto sería probablemente no-mimética, no-narrativa y no-articulada”. No dependiente sólo de la experiencia y la memoria. Por eso, muchos de los objetos que se ven distribuidos por el área de Cannareggio (Venecia), son de escalas diferentes. Algunos parecen maquetas, no son más altos de 60/90 cm., otros son objetos arquitectónicos de dimensiones habituales y otros parecen más grandes de lo normal: El mismo objeto se presenta en tres escalas distintas: cualquiera de ellos, cuestiona quien es el modelo y quien el real, y en el límite, qué es la realidad.
Mercé Cunningham bailaba con una silla atada a la espalda. Es frecuente ver aparecer a un payaso por primera vez en el escenario, acompañado de una silla.

La no especificidad de la escala, lo grande que es pequeño, lo ajustado que se amplia, la escala del vacío. El matemático Cantor mostró que incluso los números algebraicos, que son una clase mucho más general que los racionales, tienen la misma potencia que los naturales. En consecuencia, cada vez era más evidente que el continuo de los números reales se hacia “denso” por la existencia de transcendentales. En cierto modo, la mayoría de los números son transcendentales. Así se haría medible la experiencia.


(aprender a hacer un mueble)

La educación universitaria, que nos abre sin piedad a todo lo que desconocemos tiene todavía un desafío cuando trata asuntos comunes, conocidos, evidentes. Dos instituciones que han formado arquitectos en los últimos 50 años, tienen en el mueble una herramienta que ha demostrado su oportunidad y validez.
John Hejduk, que dirigió Cooper Unión no dejó que ningún alumno pasara por esa escuela de Nueva York sin dibujar con precisión las partes y piezas de un instrumento musical, hasta conseguir medir el alma desmontada capaz de producir esos sonidos que nos cautivan.
La otra institución, más próxima, la escuela de arquitectura de Barcelona, propuso durante unos años, que todos los alumnos recién ingresados en la carrera, buscaran el alma de una silla corriente.
El colectivo de profesores formado por Judith Albors, Mariona Benedito, Elena Cánovas, Pilar Cos, Enric Escribá, Josep Llobet, Eduard Miralles, Bárbara Noguerol, Joaquín Pérez, Rita Pinto de Freitas, Quim Rosell y Sergi Serra enunciaban y presentaban a los estudiantes el segundo Ejercicio así: “Utilizamos muchos objetos sin reconocer la manera como están construidos, ni sus dimensiones, condiciones de uso ó belleza. Este ejercicio tiene como objetivo prioritario que el estudiante precise la imagen que tiene un mueble en todas sus facetas, conceptos, componentes y elementos. De esta manera, el estudiante entrará en la relación entre el objeto observado y el objeto dibujado, entre el objeto propuesto y su construcción. Cada estudiante escogerá, como objeto familiar, utilizado y cotidiano, una silla sin brazos que se encuentre en el lugar habitual de residencia del alumno durante el curso. El estudiante la estudiará y analizará, fijándose en su estabilidad, su construcción, sus colores y materiales, en os mecanismos de movilidad, en su complejidad o sencillez de montaje, en lo componentes esenciales ó superfluos, en los modos de usarla, sus proporciones y su composición formal. Será obligatorio dibujar a escala 1/5 todos los alzados, secciones y plantas necesarios para que esta silla quede completamente explicada. Además se dibujarán cada una de las piezas que forman la silla, una a una y a escala 1/1. La precisión del dibujo es objetivo ineludible a la hora de explicar todas las partes del mueble Se indicarán todas las medidas imprescindibles para poderla fabricar. El ejercicio también consiste en presentar el dibujo con orden y comprensión en una sola hoja de 84X60 cm (dinA1). La duración del trabajo es de dos semanas.”

La experiencia de vivir se hace con la geometría de los muebles. Deja un rastro, un mapa del roce de los muebles en nuestro cuerpo. Son los puntos, las porciones de muestra piel que de desgasta por el contacto con el mueble.
Llegará la mudanza a la nueva casa, un primer mueble quedará dispuesto y entonces la medirá. Será la estación fija del topógrafo que mide uno de los campos en los que vivimos.
Sin embargo, quizás podamos decir que no son las mudanzas entre sistemas, entre tiempos, entre lugares, entre experiencias, entre programas, entre universos lo que hace la arquitectura. En las mudanzas, las cosas, los hechos, los asuntos se envuelven, atan, amontonan y protegen para que lleguen al nuevo destino intactos, conservados, utilizables otra vez.

¿Está la arquitectura en los sistemas, en los procesos, en los lugares, en los propósitos, en la historia, los programas, en lo que sabemos, en lo que ignoramos? o ¿trasiega entre unos y otros de estos tiempos, contenidos, conceptos y materias?

En los trasiegos hay que inventar el modo de ir y venir entre condiciones magnitudes, unidades, tiempos disjuntos, incompatibles o incomparables. Esa invención, es arquitectura. La arquitectura no está en el suceso de la mudanza sino que es la “brana”(05) del trasiego entre dimensiones, sistemas, procesos, tiempos, experiencias, lenguajes,…


II. trasiego: arquitectura

En la serie de seis trasiegos de ida y vuelta entre cada dos de las “dimensiones” consecutivas que conocemos pueden estar los rastros y las pruebas provisionales de algunas arquitecturas.


_La impresión (“de 1 a 2 / 2 a 1”).

La impresión, el resultado de un tránsito, convoca a varios sistemas. Unos ingenios llamados “impresoras” dejan sobre una superficie “algo”, fijan unas manchas, y pueden verse/leerse tanto como mancha/trazo/rastro como aquello a lo que se refieren (sonido, paisaje, relación, objeto, espacio). La diferencia/equivalencia entre color-luz y color-materia es uno de los trasiegos que la resuelven. Hay transferencias algebraicas, microscópicas, de programación ó de micro-balística.
Escribir/dibujar es un trasiego semejante. Hay una arquitectura que los hace posibles.


_La proyección (“de 2 a 3 / 3 a 2”).

Este trasiego es el ir venir más frecuente en la disciplina. Del papel al edificio y del edificio. Toda construcción pasa por estos espacios. Entre un dibujo con los diagramas para hacer un barco de papel y el barco de papel operan reflexiones sobre la proyección de Robin Evans, Scott Cohen, Peter Eisenman, L. Wittgenstein, de Philibert De Lorme, Andrés y Alfonso Vandelvira, Piero della Francesca. La geometría está en esa mediación. Lo que conecta el pensamiento a la imaginación, la imaginación al dibujo, el dibujo a los edificios (cosas), y estas con nuestros ojos es la arquitectura de los procesos de proyección.


_La memoria/la experiencia (“de 3 a 4 / de 4 a 3”)

La experiencia y el viaje hacen la arquitectura de la memoria para poder proponer nuevas construcciones. El pensamiento analógico (a) relaciona dos términos de modo mediador, (b) se mueve en el ámbito de las imágenes; no de las palabras y (c) utiliza materiales del pasado, se nutre de memorias. El viaje, el errar, proviene de ver suspendida la idea de esencia o absoluto por la irrupción de las cosas de la vida. Y es un viaje interrumpido porque la realidad es discontinua: por eso no existe un sistema. Y no hay sistema porque el orden de las cosas es distinto al orden de las ideas. Y eso explica cómo las cosas no cambian cuando las miramos pero nosotros si. El espacio entre ideas/recuerdos es un trasiego habitable.


_El transfinito (“de 4 a.../ de...a 4”).

Esta “brana” contiene el estado de la cuestión del potencial digital -mutante crónico- al inicio del XXI.. Un interrogante, una frontera. La de lo que se alcana a pensar/hacer/ver con medios basados en capacidad de calculo enorme.
Cantor, retorció y dio la vuelta a las paradojas. Distinguió entre colecciones consistentes formadas por sets (grupos) y otras inconsistentes, el infinito absoluto, al que sólo Dios puede conocer...La jerarquía de infinitos cada vez mayores son los transfinitos. La arquitectura que hay en las herramientas y aplicaciones de que disponemos ahora, son las arquitecturas de avatares y apoteosis tangibles.
Robert and Ellen Kaplan lo expresan así: “tanto si nos interesamos por los números con los que contamos y por su resultado ó por las formas en las que evolucionan los triángulos, estructuras cada vez más ricas se dejarán caer a vista como los abalorios de un cable infinito. Es este cable que anda por ahí fuera el que nos lleva/guía hasta que nos plantamos ante el borde del universo y estiramos la mano hacia fuera”.
Y terminan reconociendo que las novelas de intriga nos dejan con un sabor de boca plano, porque antes de conocer el desenlace, cualquiera podía haberlo alcanzado, pero después, sólo ciertos “algunos” lo podían haber hecho. Lo infinito y lo desconocido se atraen... “Así que cuando el universo parece concluir en una teoría del Todo, una ventana se abre a un paisaje no adivinado. Este “desconocido” es en parte hecho por nosotros”.


_La inteligibilidad (“de ... a 0 / de 0 a ...”)

En la entrevista a Jeff Hawkins que se encuentra en www.oninteligence.org, resume el contenido del libro “On intelligence: El funcionamiento del córtex”. Se puede escuchar que el córtex no es un “computer system”. Opera por medio de mecanismos de “predicción” (de construcción de algo) sobre piezas y fragmentos de lo conocido de la experiencia previa organizados en un amontonamiento que va de los detalles a los concepto. Predicción por analogía.
La tesis del texto de JHawkins es que la inteligencia es predicción y funciona por patrones de predicción a partir de las aproximadamente tres veces por segundo que leemos/vemos/almacenamos los datos nuevos de todo lo que nos rodea y nos fijamos. La inteligencia puede medirse como la capacidad de recordar y predecir patrones, eso incluye a las matemáticas, el lenguaje, las propiedades físicas de los objetos ó las situaciones sociales. Nuestro cerebro recibe patrones del exterior, los almacena como recuerdos y hace predicciones al combinar lo que ha visto antes con lo que esta sucediendo en este momento.
Estas operaciones suceden en el córtex, que para los humanos se hizo más grande y más sofisticado en los tipos de memorias que podía almacenar. También empezó a interactuar con el “motor system of the old brain”. Predecir lo que oiremos, veremos, y sentiremos a continuación requiere conocer las acciones que vamos a hacer. El neocórtex humano dirige los comportamientos para satisfacer las predicciones.
Estamos constantemente prediciendo, en modos inconscientes. Estas predicciones son pensamientos que al combinarse con datos sensoriales, se convierten en nuestras percepciones. JHawkins lo llama “memory-prediction framework” de la inteligencia. ¿Cómo se hace una predicción?. Almacenando secuencias de patrones; pero para recordar las memorias pertinentes, lo hacemos por la semejanza a patrones antiguos (recuerdo auto asociativo). Además, los recuerdos han de almacenarse en una forma invariante de modo que el conocimiento de acontecimientos pasados puede aplicarse a los nuevos.
Hay dos posibles arquitecturas en el funcionamiento del córtex: Una es suponer el “puzzle” resuelto y usarlo para distinguir entre las piezas a ignorar y las piezas a buscar. Es el procedimiento de “arriba a abajo”. El otro modo es el contrario, es decir, de “abajo a arriba”, necesario para un puzzle del que se desconoce la solución. Hay que mirar en los fragmentos para encontrar aspectos espaciales que puedan ser compatibles con otros fragmentos. Las piezas de este puzzle son todo lo que el las ciencias del comportamiento, la biología ó la psicología aportan a diario.
Proyectar es predecir o mejor, predecir es proyectar, por tanto, construir una arquitectura que lo haga posible, o sea inteligible.


_La metáfora (“de 0 a 1 / 1 a 0”)

Jesús Tusón en “Això es (i no és) Allò” desarrolla en un texto claro y divulgador apoyado en los trabajos de Johnson (Metaphors we live in), Eco, Sontag, ó Aristóteles: las metáforas son expresiones innovadoras que no son solo parte de nuestra manera de hablar sino de nuestra manera de pensar, de caracterizar el mundo; es un traslado del “nombre de una cosa a otra distinta”; son posibles los traslados si la mente humana es capaz de descubrir una característica que una la “otra” cosa al anterior nombre. Los humanos tenemos incorporada, de manera irrenunciable, los mecanismos de la abstracción, que son el núcleo de la metáfora hecha posible por la percepción de semejanzas. La metáfora nos enriquece con su polifonía y alcanza a mejorar el léxico de aquellos sentidos escasos de términos (sinestesia) acumulando las resonancias de significado (sinestesia misteriosa y abstracta). Parece que la capacidad de entender la experiencia hace de la metáfora casi un sentido, una dimensión de nuestra manera de hacer. Hacer fácil lo que es difícil o familiar los que es extraño es otra de las finalidades de la metáfora. Sin la posibilidad de las estructuras metafóricas, una parte esencial de nuestro mundo quedaría en el silencio, en lo innombrable. Si para cada cosa/asunto/concepto hubiera un término exacto, una solución en el lenguaje, esa lengua sería imposible: impediría el descubrimiento de las semejanzas y el número de términos se multiplicaría por 4, 6, 8,...y resultaría en un bloqueo mental y verbal. La metáfora aligera el lenguaje y es también una actividad de reciclaje. Hay metáforas inmediatas, “catacresis” y otras que son “endometáforas” (“la universidad a examen”). Opera ante los asuntos de cada día y ante los conocimientos más “elevados”. El término “metáfora” es también una metáfora.
Las metáforas nos permiten extender dinámicamente nuestra actividad sobre las categorías previas. Es un mecanismo, una arquitectura clave para que cambiemos nuestro modo de representar el mundo en pensamiento (09 y en lenguaje (1). Las metáforas son epistemológicamente y comunicativamente necesarias. Una definición de C. Cacciari de comprensión no inmediata en el texto “Why do we speak metaphorically” se refiere a uno de los cuatro mecanismos, a la arquitectura de la metáfora: Highlighting-Projection-Predicate Re-representation-Knowledge Restructuring (Selecció-Proyección-Re-representación predicativa-Reestructuración cognitiva)

Las arquitecturas de la impresión, de la proyección, la memoria, la experiencia, la inteligibilidad, la metáfora quizás confirman también que la arquitectura “no es arquitectura” como postula Jeremy Till, que tampoco tiene “origen” que es sólo es un asunto esencial en las religiones. Lo esencial parece impropio a la arquitectura.
Quizás la arquitectura no está los sistemas, los procesos, los lugares, los propósitos, la historia, los programas, en lo que sabemos ó en lo que ignoramos, sino que parece que trasiega entre unos y otros de estos asuntos, tiempos, contenidos, conceptos y materias.

En los trasiegos hay que inventar el modo de ir y venir entre condiciones magnitudes ó unidades disjuntas, incompatibles, incomparables. Esa invención es arquitectura.

La arquitectura no está en el tiempo de la mudanza sino que es la brana del trasiego entre dimensiones, sistemas, procesos ó tiempos.


Referencias por orden de aparición:


- Robert Venturi-Denise Scott Brown. Sillas para Knoll 1985
- Peter Eisenman Proyecto para Cannareggio.Venecia 1976
- Ejercicio 2. ETSAB Curso 2003-04
- Imag. Impresion
- Imag Proyeccion
- Imag.memoria/experiencia
- Imag transfinito
- Imag inteligibilidad
- Imag Metafora

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