Es tiempo de mudarse

François Guynot de Boismenu, Boulogne-Billancourt

«Mes amis, au secours...» Así comenzó el llamamiento de l'abbé Pierre, retransmitido por la radio RTL en febrero de 1954, pidiendo ayuda: «vamos a darles un techo hoy».
Ese año hubo un invierno muy frío, mortal para las personas sin techo.

Dos años después, l'abbé pide al «constructor» Jean Prouvé diseñar y construir una casa barata de unos 50 metros cuadrados, con dos habitaciones y una estancia grande con cocina abierta y baño anexo.
Esta casa fue pensada como la demostración de que solamente mediante la industrialización de una nueva arquitectura podrá resolverse el acuciante problema de la escasez de vivienda.

«Tenemos que construir belleza para todos los días y para todos.» dijo J. Prouvé

Un prototipo será montado sobre el muelle del Sena, cerca del grand Palais, en el marco de la Feria del Hogar de 1956.

La idea constructiva se basa en un concepto creado en 1952 en su taller de Maxéville: una base de hormigón, un bloque central prefabricado de acero, que alberga la cocina - sala de baño y que sirve de apoyo a una viga de chapa plegada, formando la estructura de soporte principal.





Los muros están compuestos por paneles sándwich de madera termoformada. Estos paneles tienen diferentes acabados: sólido, con puerta, con ventanas de guillotina o formando las esquinas redondeadas. El techo está formado por paneles de madera laminada y la cubierta mediante chapas de aluminio.

«La casa debe ser ligera y dinámica, que es la expresión de la producción en masa, tan característica de la industria.» J. Prouvé


El público acudió en masa, sin embargo, esta casa de 57m2 montada en siete horas, fue demasiado revolucionaria para su época y no pudo obtener las aprobaciones oficiales para su producción en serie. Los funcionarios no aceptaron que un cuarto de baño pudiera estar localizado en el corazón de la sala de estar.

Sólo cinco ejemplares se produjeron en total.



Esta experiencia incompleta, es un buen ejemplo de una estrategia de enfrentamiento arquitectónico (architectural coping), una fuerte consciencia grupal centrada en el problema y no sólo en la emoción.

Esta estrategia tuvo 3 etapas: la confrontación, la búsqueda del apoyo social y el encuentro de una solución concreta al problema de falta de vivienda.

La experiencia fue incompleta ya que el proyecto no logro reducir la tensión o la disonancia entre los valores en conflicto.

Hoy los 5 ejemplares producidos en su época, han pasado de una estrategia de enfrentamiento a ser parte de los mecanismos arquitectónicos de defensa (architectural defense mechanisms).

Este mecanismo arquitectónico de defensa podría decirse que es un proceso «inconsciente», con características de disociación, aislamiento, desplazamiento y proyección.

Todos ellos adjetivos que acentúan el alejamiento del lugar de control inicial.

En el caso de «la maison de jours meilleurs», ésta fue disociada de las fuerzas que la crearon : industrialización-urgencia-vivienda. Una vez disociada ésta se pudo aislar de su entorno.
Quedando sólo el objeto, que suspendido en el tiempo, se pudo desplazar. La casa ya no es una solución a un problema social, sino que es proyectada en obra de arte.

Estas características que están presentes hoy en nuestra herencia arquitectónica, son disociadas, aisladas, desplazadas y proyectadas de la confrontación inicial.



Rem Koolhaas nos dice que «el patrimonio no es un dominio inocente», al principio fue una muralla en contra de la especulación, hoy el patrimonio es especulación.

Conservamos arquitecturas como patrimonio antes de que estén completas, y «la maison de jours meilleurs» es un ejemplo de esta paradoja, la construcción social del abad Pierre y de Jean Prouvé, es ahora una obra de arte.

Hoy la casa está expuesta en la galería Patrick Seguin. El galerista compró uno de los cinco ejemplares hace dos años por 30 mil euros, se ha rehabilitado, mudado y montado en un edificio industrial con un precio de venta de 2 millones de euros.

El galerista posee unas quince construcciones de Jean Prouvé, encontrando para ellas un uso muy diferente al del original.
Una de ellas es un pabellón de té en un jardín coreano, otra sirve de casa de huéspedes para el diseñador de moda Azzedine Alaïa.

El patrimonio no es otra cosa que la necesidad de recuperar algo que vamos perdiendo irremediablemente con el paso del tiempo : “cuando lo real ya no es lo que solía ser, la nostalgia adquiere todo su significado. (...) Necesitamos un pasado visible un continuum visible, un mito de origen visible, que nos de confianza en nuestros fines, ya que en última instancia nunca hemos creído en ellos” Jean Baudrillard.



58 años después, la batalla del Abbé Pierre ha permitido la adopción de una ley que prohíbe en Francia el desalojo de los inquilinos durante el invierno.
Pero sigue habiendo hoy gente afuera sin techo, y cada año hay muertos a causa del frío.

Las causas siguen vigentes, la manera de aliviar este sufrimiento sigue sin solución.


Referencias:

Credito fotografias 1, 2, 3 et 4 : © Centre Pompidou/MNAM/Bibliothèque Kandinsky/Fonds Jean Prouvé

Credito fotografia 5 : © Galerie Patrick Seguin

Credito fotografia 6 : © Steven Wassenaar

---------------------------------índice--------------------------------