Divagaciones erróneas 1part

Toño Aller, Palma de Mallorca

-¿QUÉ es eso, mamá?
-Eso es un hombre, mi amor.
-¿Qué es un hombre?¹

1958. El Sputnik ya contemplaba los acontecimientos desde el espacio. En la tierra, hacía dos años escasos que unos arquitectos, J. Antonio Corrales y R. Vázquez Molezún, habían ganado el concurso del pabellón español en la exposición de Bruselas.

Como requisito del concurso, el pabellón tenía que ser un edificio prefabricado, modulable, fácil de montar, desmontar y respetuoso con el entorno existente, produciendo un impacto mínimo o nulo. ¿Estaba pues cerca de la idea de arquitectura efímera?


Sección del Pabellón de España de la exposición de Bruselas (1958)

Un año antes, Yona Friedman, publicaba su tratado sobre arquitectura móvil, donde abogaba por una arquitectura más acorde con la sociedad actual y con sus avances técnicos:

“Las nuevas construcciones que han de servir de abrigo individual deben:

1º tocar una superficie mínima del suelo;
2º ser desmontables y desplazables;
3º ser transformables a voluntad por el habitante individual. “²

Friedman, busca no sólo una libertad formal, si no una libertad de vivir el espacio. Aunque proyectos como el pabellón de España, no sólo consiguen esa libertad, si no que, Corrales y Molezún, a diferencia de Y. Friedman, van mucho más allá y plantean una arquitectura que se adapta al territorio existente, conviviendo en una simbiosis temporal y dando un sentido de lugar al espacio.

Es decir, el pabellón actúa de una forma efímera en el territorio, pero integradora, reinterpretando el significado de este. Es más, al ser una arquitectura tan elástica provoca que el pabellón sea adaptable a cualquier función organizativa. Por el contrario, la arquitectura de Y. Friedman es una arquitectura que sin intención de producir un cambio en la composición del entorno, aliena a este, ya que la arquitectura propuesta no responde a ninguna variación territorial o cultural.

Mientras Corrales y Molezún plantean su proyecto desde la reinterpretación, Yona Friedman plantea sus proyectos desde la abstracción, dejando la naturaleza como algo ajeno al hombre y por tanto a su arquitectura. Esta tendencia a entender la ciudad como un ente vivo, mecánico y artificial, que funciona como un gestor autónomo de sistemas, se verá afianzado con la progresiva abstracción o simplificación del concepto antropomórfico del individuo debido a las nuevas ideas sociales, filosóficas o artistísticas transformadoras de la percepción del espacio y tiempo así como la progresiva aniquilación de conceptos como ciudad, ciudadano o individuo.
Esta arquitectura de la maquina dinámica, ciudad garrapata la veremos acentuada más adelante en propuestas como la de Archigram donde la ciudad es un ente vivo en sí mismo, un ser que se desplaza, que se relaciona y que… ¿muere?.


El Proyecto de la ciudad ambulante (Rom Herron y Briam Harvey, de Archigram, 1963)

Podríamos decir que se anuncia la muerte del alma para posibilitar la creación de una arquitectura más afín al nuevo hombre. El urbanisme spatial de Y.Friedman se convertirá primero en la ciudad ambulante de Archigram, para más adelante convertirse en Sim City de la que habla Félix de Azúa. En definitiva en la ciudad virtual del sXXI, donde el concepto de lugar ya no es importante y por tanto la libertad para moverte es infinita. ¿Entonces el problema es otro… qué es el hombre?

1958 o la visión de Christo.
En otro ámbito, más alejado de la arquitectura, artistas como Christo empiezan a plantear la relación de la obra con el entorno, a partir de su manipulación.

“El arte se funde con el paisaje como método de implicación para inducir a la reflexión y para generar un contacto con el lugar, un contacto físico o mental pero, en cualquier caso, un modo de entrar a formar parte de un ecosistema en constante transformación.
Los espacios creados por este procedimiento definen, ante todo, un paisaje capaz condicionar y de influir al observador. El paisaje se convierte en la memoria de quien lo vive y en un instrumento para ser utilizado en la valoración y en la búsqueda de un espacio físico arquitectónico”.³


Estos espacios creados, son de vocación efímera, su función es la de inducir a una reflexión o el de mostrar un concepto en un entorno descontextualizado o manipulado de una forma individual que produce un efecto de pérdida del pensamiento lineal y predecible. ¿Se podría decir que el pabellón cumple una función parecida? Podríamos llegar a entender el pabellón como una envoltura no solo de un espacio, sino como la presentación de un concepto o varios conceptos, igual que pasa con las envolturas de Chirsto & Jeann-Claude. Las telas de estos envuelven o presentan un concepto, que existe temporalmente en el entorno donde se actúa. Dos buenos ejemplos serían La envoltura del Reichstag de Berlín o los árboles envueltos de Drei.


Fotografías tomadas del libro Galofano, Luca, “El arte como aproximación al paisaje contemporáneo”

Centrándonos en este último ejemplo, podríamos hacer un paralelismo entre este y el proyecto del pabellón de España. Por un lado tendríamos “un bosque dentro de otro bosque” como dice E. Torres cuando se refiere al pabellón. Por el otro lado, los árboles manipulados de Christo.

Los dos son proyectos que actúan en lo efímero, son pequeños instantes, que presentan un concepto o una reflexión.
El bosque de pilares del pabellón, con la terminación en el capitel hexagonal de grandes dimensiones pero de una ligereza inusitada, provoca el mismo efecto que las ramas del árbol de Christo. La luz que les incide; en un caso en la tela transparente, en el otro en los cerramientos de vidrio, es filtrada, produciendo efectos de reflexión, refracción, de transparencia y opacidad, de humano y divino. Presentándonos un lugar cada vez cambiante, siempre individual y humano.



Así, el pabellón confronta dos visiones;
La visión de una arquitectura abstracta, autómata y artificial que no se preocupa de reinterpretar el entorno y que como consecuencia lo desprecia. Frente a la visión empática, la voluntad de dar sentido de lugar al espacio, de reinterpretar el medio para producir la crítica o la reflexión.
En definitiva, la visión del hombre y su Capitán Etéreo.

“Eso es un hombre, mi amor”

¹Fuller, R.Bukminster. “El Capitán Etéreo y otros escritos” Pág.65
²Friedman, Yona “La arquitectura móvil”, Ed: G.G. Barcelona,1978
³Galofano, Luca, “El arte como aproximación al paisaje contemporáneo”, Ed: Gustavo Gili, Barcelona 2003. Artículo sobre la obra de Christo.

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