Kim Basinger

Pedro Puertas, Lanzarote

1.
En 1998 la ciudad de Arrecife, capital de la isla de Lanzarote, conmemoró el bicentenario de su nacimiento como municipio. Entre otras celebraciones la Fundación César Manrique propuso a tres arquitectos Carlos Jiménez, Enric Miralles y a Juan Navarro Baldeweg que plantearan un proyecto para la rehabilitación urbanística del litoral de la ciudad bajo el nombre de "Proyecto Marina Arrecife".

De las tres propuestas fue la de Enric Miralles la que se superpuso en el tiempo.

2.
Este escrito también se superpone al texto del número anterior de Engawa titulado “Tienes lo cordones atados. El cual termina de la siguiente manera:

“Las primeras requieren de teorías, datos o de un medio intangible donde apoyarse, porque están cojas. Las segundas corren a toda velocidad, a través del tiempo, y si quieren hablan o si no se callan. No importa porque son arquitectura

Un ejemplo:



¿Sabes a qué parte del proceso representa esta imagen? “

La respuesta más precisa es a ningún momento porque el proceso, en este caso, es infinito

3.
Enric Miralles se fijó en dos cosas, para su propuesta de Marina, en los volcanes y en los sombreros. La silueta de ambos las unió en un trabajo de cestería de caña, mimbre y pírganos formando una especie de panera abombada con forma de isla. Lanzarote.

En esta ocasión así fue como seccionó la isla; mediante la repetición de un material flexible adaptado al perfil de cada uno de los volcanes. El mismo acto de moldeo que realizan los conejeros con sus sombreros en sus cabezas.

Alrededor de estas dos acciones manuales, una sobre la otra y ambas tirando de ellas mismas, giraba el resto de documentación, planos, maquetas y fotomontajes; que realizó Miralles como interpretación de un territorio.



Propuesta de Enric Miralles para la Marina de Arrecife. 1998

4.
Este ejercicio, para Lanzarote, donde Miralles asoció isla, volcán y sombrero como términos propios de una individualidad. Fue utilizado, doce años más tarde, por su estudio EMBT en Shangai para formalizar un ejercicio de suma de singularidades. Para ser más exactos las propias de los 47.021.031 habitantes que forman España.

Me gusta pensar, que de alguna manera y a pesar de la ausencia física de las personas, los tiempos de la arquitectura se superponen convirtiéndose en un movimiento válido de ida y vuelta.

Nada más.



Volcán de la Corona. Norte de Lanzarote



Artículo aparecido en el número 05 de abril de 2011 en la revista engawa

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