nº13 Lincoln's Inn Fields

Pablo Twose, Barcelona

PARTE I
La experiencia.


He visitado dos veces el museo del arquitecto británico Sir John Soane (1753-1837), la primera fue en el invierno de 2004, gracias a un viaje organizado por el curso de proyectos VII de la ETSAV. La última vez hace tan solo unos meses.

Antes de entrar por segunda vez observé que era capaz de rememorar la planta o la sección del museo, pero que el interior se había disuelto en un conjunto de vagas impresiones y fragmentos, sin una imagen clara. Pensé que esta segunda visita sería una nueva oportunidad para reconocer el edificio, y hacerlo permeable a la memoria.


Sección longitudinal. Museo y Cripta

Recorrer el museo produce una sensación laberíntica, los recorridos se bifurcan y multiplican. Cada habitación conduce a otra o a otras, incluso hay habitaciones dentro de habitaciones… Todas repletas de ruinas, maquetas, cuadros, espejos y demás objetos formando extrañas constelaciones extendidas sobre sus paredes, iluminadas bajo una luz coloreada.

Lo que quería ser una cartografía del edificio a través de la experiencia resultó ser una empresa imposible. A cada paso el edificio parecía más extenso, casi infinito.

Sin embargo si que recuerdo, entre todas las curiosidades que pueblan los rincones del museo, una maqueta situada en la zona más oscura de la cripta, donde entre otras cosas se encuentran: un sarcófago egipcio, bustos romanos o la réplica de la lápida la propia mujer de Soane. La maqueta, situada en un oscuro nicho bajo los arcos que sustentan la planta superior, representa un templo parcialmente destruido.


Charles James Richardson, The Egytian Crypt, 1836

Intrigado miré en su interior a través del pórtico. Inesperadamente estaba bañado por una cálida luz que conseguía filtrarse por la cubierta colapsada iluminando una suave topografía de escombros en miniatura. La luz del sol parecía haber penetrado precisamente para iluminar ese paisaje.

Ya de vuelta en Barcelona y preparando la segunda parte de este artículo cayó en mis manos un texto de Ángel Martínez García-Posada, colaborador del número 6 engawa:

“La arquitectura tiene algo de descripción del universo a través de fragmentos concretos, deseo de que lo infinito y global pueda encogerse hasta caber en un recinto tan pequeño como una caja de cristal” (1)

El museo sigue siendo una nube de fragmentos, pero creo poder comprenderlo por esa maqueta. Quizás la única diferencia sea de escala y Soane tejió su museo con la complejidad propia de un universo.

PARTE II
El laberinto.

Esa visión de la maqueta tuvo algo de “revelación”, un término tan incomodo como poco científico. Intentar respaldar esa intuición me alentó a averiguar más sobre una aparente imposibilidad: encerrar el infinito en un espacio acotado, el nº.13 de Lincoln’s Inn Field de Londres.


Joseph Michael Gandy, The plan and Interior of the Ground Floor of a Town house, 1822.

Soane concibe su casa como un inicio y un fin en si mismo, no necesita nada más, el exterior, Londres, queda oculto tras las capas del museo. Patios y tragaluces de luz coloreada aportarán todo lo necesario.

Pero pese a ser un espacio recluso El museo es un lugar de límites difusos, extenso y ambiguo.

Si observamos la planta (a) dibujada por Sophia Psarra(2), reconoceremos un conjunto de trazas que surcan el museo en todas direcciones, ensartando distintas estancias a su paso. Se trata de un primer mecanismo, de amplitud espacial, basado en las visuales del visitante. Caminar por el museo es atravesar estas líneas, cada nuevo paso o quiebro nos advierte de la profundidad del museo.

Este primer mecanismo queda reforzado a través de un segundo truco ilusorio, el uso de espejos (planta b). Éstos desdoblan la planta en perspectivas imposibles, creando nuevas relaciones y amplificando las profundidades. Añaden una nueva capa de complejidad a la experiencia real de la visita.


Sophia Psarra, Planta a y Planta b, planta baja del museo

Sin embargo, sobre este primer engranaje espacial basado en la percepción del visitante, Soane tejió un segundo sistema, más sutil, que envuelve todo el museo. Se trata de un complejo sistema de escalas, unas veces reales y otras ficticias, que recubren todo el museo como un infinito juego de muñecas rusas.

Encontramos una primera evidencia, de este mecanismo, escrita sobre las paredes del museo. Hemos visto como Soane oculta su obra del exterior, sin embargo, aún negando ese exterior inmediato, Soane referencia su edificio a un mundo mayor, a través de su posición geográfica. Soane escribe los 4 puntos cardinales sobre las paredes en distintas salas, trastocando la propia escala de la casa, como si ésta fuera una pequeña maqueta que necesitara la referencia de un mundo mayor que la valide.

Encontramos, distribuidas por varias salas del museo, más pistas en varios de los cuadros que pintó Joseph Michael Gandy por orden del Propio Soane. En ellos la humilde tumba de la esposa de Soane aparece representada como un monumento de gran tamaño, o el pequeño estudio de Soane de apenas 3m2 aparece dibujado como una sala de entidad mayor.

Estos cuadros nos muestran una independencia entre la escala real y su significado, siendo las escalas, para Soane, conceptos intercambiables. Sobre esta premisa, veremos que la arquitectura del propio museo se comporta de éste modo, su significado se muestra invariable a la escala.


ante sala de la "Picture Room" y el espacio conocido como "the dome"

Una frase de Sophia Psarra define este concepto:

"La detallada articulación de la cubierta y las paredes implica un fraccionamiento interior en espacios definidos cada vez más pequeños, un progreso espacial que podría ser potencialmente infinito."

Con las mismas herramientas que un escritor, que teje su obra entre la realidad y la ficción, Soane creó un fascinante viaje de escalas consiguiendo que una pequeña maqueta contenga al propio edificio y a la inversa.

Lo construyó, y nos dejó su museo y un cuadro como prueba de ello.


Joseph Michael Gandy, Public and Private Buildings Executed by Sir John Soane between 1780 and 1815, 1818

Bajo la pequeña cúpula del “breakfast parlour” se amontona toda su obra, desobediendo las escalas. Pocas de ellas siguen en pie, pero mientras quede un solo resto de su museo, Soane permanecerá en él, como esa pequeña presencia que encierra el cuadro.

Dédalo y minotauro al mismo tiempo, Soane se encerró en un laberinto infinito de luz mediterránea.


zoom del esquina inferior derecha del cuadro de Joseph Michael Gandy

Continua en engawa06...

(1). Ángel Martínez García-Posada, La escritura del mundo. Revista Proyecto, Progreso, Arquitectura. nº25

(2). Sophia Psarra, Architecture and Narrative: The Formation of Space and Cultural Meaning in Buildings

Francisco Martínez Mindeguía, MICHAEL GANDY, Selección de partes de edificios... del señor John Soane, 1818

Francisco Martínez Mindeguía, JOHN SOANE y MICHAEL GANDY, El Banco de Inglaterra en ruinas, 1830

Santiago de Molina, Resumir

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